Día 10: Las tomas falsas

¡Hola de nuevo! Os queríamos pedir perdón por no actualizar el blog hasta ahora, pero, como seguro que sabéis, ha sido imposible realizarlo antes porque hemos estado en la playa. Pero sobre esto, podréis seguir leyendo mañana...

"¡Corten!" ha sido el lema de nuestras primeras veinticuatro horas completas de sol en el monasterio de La Canal. El día de estudio de las tomas falsas estuvo marcado por las risas y la corrección de las cosas que hemos hecho mal. ¿Pues qué son las tomass falsas sino fallos en la grabación de una película que es necesario cortar para obtener como resultado una obra maestra digna del mejor de los galardones de cine?

La mañana comenzó con quince minutos de retraso, ya que el cuerpo pedía poder dormir quince minutillos más (el cansancio del campamento se va notando). Después el desayuno, la oración... ¡y la gymkhana de agua! ¡Cuánto nos divertimos! Cada grupo, pasando por diversas pruebas, debía intentar conseguir la mayor cantidad de agua posible para ganar a sus contrincantes. ¡No sabéis cómo triunfó la pista deslizadora! Un gran plástico resbaladizo por donde debíamos pasar con nuestros platos llenos de agua.

La tarde prosiguió con un taller: realizamos unas estupendas cometas para poder echar el vuelo con ellas en la playa al día siguiente. Y después de merendar, celebramos el sacramento de la reconciliación.

Si las tomas falsas son errores que diversas personas participantes en el rodaje de una película cometen, contrarias al querer del director, en nuestra vida, tantas y tantas veces cometemos fallos que no agradan al Gran Director de la película de nuestra vida: Dios. Por eso, los acampados que quisieron recibieron la absolución en la confesión y realizamos un gesto peculiar: un pedazo de cinta cinematográfica que simbolizaba nuestra vida fue cortado, uniendo con cello las otras dos partes. Así, nuestra película estará sin errores y podremos alcanzar el mejor de los premios: poder vivir un día con Jesús para siempre a su lado.

Y para concluir el día, un juego de estrategia por la noche. Mariscales, generales, capitanes, tenientes, mineros... se dieron cita en el Monasterio para intentar capturar la bandera del equipo contrario. Nos gustó tanto que nos hubiera gustado jugar otra partida... Pero el día no dió más de sí, y la cama nos estaba llamando a gritos. Así que después de la oración, nos metimos al saco para descansar y poder afronta un nuevo día de campamento.


Y esto es todo desde este plácido lugar. ¡Un abrazo y hasta mañana!

Comentarios

Entradas populares de este blog

¡AQUÍ OS PRESENTAMOS LAS INSTALACIONES DE VALLEJO!

Y SALVAMOS LA TIERRA DE LOS CUENTOS

CONOCE VALLEJO DE ORBÓ