El castillo feudal de La Canal...

Hoy es San Joaquín y Santa Ana. La fiesta de los abuelos de Jesús, y también de los nuestros. Por eso tenemos tiempo para acordarnos de ellos. e incluso para hablar con ellos por teléfono.
Amanecemos en un lugar distinto al habitual. No ha sido tan mala noche ni ha habido demasiados ronquidos para tantos como hemos dormido juntos….

Después de la oración y de dejar limpio el polideportivo retomamos  el camino. Nuestro destino ahora es Villacarriedo. Más bien, la piscina de Villacarriedo donde vamos a pasar el resto de la mañana y parte de la tarde entre juegos en el agua, cánticos, bromas, y partidas de carta bajo los frondosos árboles. La verdad que no hacía falta sombra porque el sol se escondió, pero la temperatura fue lo suficientemente buena como para darnos un chapuzón a gusto.

Después de merendar iniciamos el regreso a casa… 

La sorpresa  nos está esperando a la puerta. Son unos soldados medievales quienes nos reciben con el sonido de la corneta que ya nos resulta familiar.  Hemos saltado de la época de los romanos a la Edad Media. Rescatan de entre nosotros a la Reina y su marido el rey consorte, al príncipe y al mismísimo Papa.  Ellos nombrarán a sus delegados y harán lo posible para encontrar una esposa al príncipe heredero. 

En el tiempo de silencio ponemos color a lo que más apreciamos de los compañeros.  

Todo el campamento, dividido en varios feudos asiste a la cena medieval con la nobleza y realeza… Pero la plebe no parece estar muy conforme con sus señores, y las injusticias parecen provocar un conflicto que tendrá que resolverse. 

Pero se hace tarde. El juego de polis y cacos es punto final del día antes de la oración para irse a la cama. Mañana será otro día. Buenas noches.