EL FUTURO YA ESTÁ AQUÍ

Sábado. Penúltimo día. El final está cercano... Nos llora un poquito el alma. Y hasta el tiempo atmosférico nos quiere acompañar con una fina pero pertinaz lluvia... que por muy melancólica que sea nos moja las tiendas, y nos hace cambiar los planes que teníamos pensado realizar en la campa. Pero no importa. La Canal es grande y en su claustro entramos sin problemas.

Esta mañana nos acompañaba un druida venido del futuro con su robot particular. Se han perdido de época y solicitan nuestra ayuda. Durante el día ponemos nuestro empeño en ayudar a nuestros visitantes a regresar al futuro por medio de la maqueta de una máquina del tiempo que elaboramos gracias a diversas pruebas. Y como ya mañana nos tenemos que marchar empezamos a preparar las mochilas. Qué pereza.

 

Tenemos tiempo para escribir nuestra carta final del campamento, para hacer revisión. Al final todos hemos hecho méritos para recibir la llave del mañana. Qué bien. Por eso nos alegramos, e incluso nos emocionamos en los momentos de despedida de los más mayores. Pero las lágrimas se enjugan con las sonrisas y la fiesta. Y esa sí que es grande. Con una super cena de pinchos por todo lo alto y una edición especial de trotamúsicos no importa que llueva. El calor y el buen ambiente duran hasta tarde. Llega agosto, y el campa ya se nos va. Pero hemos vivido una aventura que jamás podremos olvidar…